En el marco de días tan importantes como el día de la biodiversidad celebrado hace unos días, donde recordábamos la importancia que la fauna y flora representa para el planeta y por ende para los servicios ecosistemicos que también benefician a los seres humanos. También alzamos nuestra voz en el día de las abejas, seres tan increíbles y fundamentales dentro de la biosfera.
Pero a pesar de celebrar muchos días dedicados a nuestro impresionante planeta y sus seres vivos, es momento de pasar de publicaciones, fotografías y videos espectaculares, a preguntarnos si nuestra realidad refleja respeto y protección para todos los seres, ¿es nuestra existencia segura para la supervivencia de las demás especies? Sí esta respuesta es negativa estamos ante un inminente problema planetario, preocupante y posiblemente pandemico para los demás.
Pero en este artículo nos vamos a enfocar en un parámetro básico para la vida “EL AGUA”.
Pero aun siendo más específicos en esas venas del planeta que recorren kilómetros por la tierra, sea de forma superficial y subterránea pero que transportan todo lo que llegue a ellos, donde toda la fauna es hidratada pero también la flora reverdece en sus riveras y la humedad permite micro-climas tan agradables, pero antes de seguir imaginando cristalinos ríos llenos de vida, tenemos que aterrizar en nuestra realidad, una enferma y catastrófica verdad.
Pensemos en los ríos de nuestros países, ¿Cómo son tratados?
Creo que todos coincidimos en la respuesta, en el campo los vemos llenos de pesticidas, en muchos países la minería vierte metales pesados, la agro-industria diferentes desechos, otras industrias extractivas consumen el agua de los mantos acuíferos, reduciendo el caudal de muchos ríos cercanos, otras empresas desvían la trayectoria de los mismos para sus cultivos y ganado.
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Las presas hidroeléctricas frenan el ritmo que lleva el río, modificando muchos de sus procesos y siendo un obstáculo en la libre circulación de fauna acuática, al mismo tiempo creando un ambiente manipulado donde el cauce del río unos días es mínimo y otros repentinamente aumenta sin precedentes, generando daños en la flora y llevándose a muchos animales alojados en la rivera del río.
Esto solo es en el campo, en la zona rural donde a nivel mundial se encuentra el 44.74% de la población según el Banco Mundial y que estimaciones de la ONU preveen que para el año 2050 esto se reducirá al 32%, por lo que estamos viendo un aumento constante en la migración de lo rural a lo urbano en todos los países, significa que este aumento en las ciudades ira incrementando el uso de los servicios básicos, pero también los desechos producidos, el cambio de uso de suelo y muchos otros.
Dale un vistazo a nuestro primer documental: Extinción
Por lo que esta vez veamos que pasa en las zonas urbanas, como son tratados los ríos que para su mala fortuna cruzan las ciudades, ¿cual es el trato que les estamos dando? Sí, son los más contaminados, no parecen ríos, más bien parecen una combinación de desechos orgánicos y materiales de uso cotidiano entre ellos plásticos y poliestireno, son una autentica pesadilla sin vida.
Por toda América Latina existieron antiguas civilizaciones que se ubicaban cerca de los ríos para poder prosperar ya que tenían diferentes funciones que cumplir, además eran vistos como un tesoro, en otras como seres vivos que transportaban alimentos o que los podían llevar de un lugar a otro, por lo que se apreciaban con un valor de prosperidad, algo totalmente diferente en la actualidad.
Hay falta de apoyo de los gobiernos
Ni los gobiernos, ni alcaldías, menos la sociedad civil están valorizando los ríos, que son sinónimo de vida, estos cuerpos de agua son como la empresa de correos de la naturaleza que lleva nuestro mensaje a los lagos o el océano, y ¿que les enviamos como mensaje? Sí lo que estas pensando, además de desechos les enviamos veneno a todo ser vivo, les estamos mandado sentencias de muerte a todos.
Muchos hemos despertado a esta cruel verdad, pero el paso importante será la acción y la denuncia que hagamos, la presión social que podamos desencadenar y también iniciar desde nuestro estilo de vida. En tus manos esta el inicio de esta revolución ambiental, tenemos una década para luchar por evitar nuestra propia extinción, la década verde será la que definirá todo.
La hidrosfera sufre por nuestra culpa, el ser humano ha sido un virus destructivo y mortal; pero nosotros mismos podemos convertirnos en anti-cuerpos, para luchar y eliminar el cáncer del planeta tierra.
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