Una de las históricas afluentes que hidrataban la zona de Cihuatehuacan, nombre que antiguamente recibía lo que hoy es la ciudad de Santa Ana, hace decenas de años, de suma importancia en el desarrollo de esta ciudad llamada “Lugar de sacerdotisas” por la belleza de sus mujeres.
Basados en la historia recopilada por uno de los pocos aficionados a la recolección del pasado de la ciudad de Santa Ana, Adán A. Amaya, tenemos el siguiente fragmento:
“EL DÍA QUE LAS AGUAS POTABLES LLEGARON A SANTA ANA ATRAVES DE VARIOS RIOS ALREDEDOR DE LA CIUDAD 1869 HASTA 1910, Las aguas potables son traídas de las fuentes de los Rio Santa Lucía, El Río Zarco, El Chorreron , El Molino, El Rio Apanteos, El Rio Sapoapa, El Sauce (APanchacal) y los manantiales de Sihuatehuacan.
Entonces siendo notable la escasez de agua en Santa Ana se hizo con fecha 4 de noviembre de 1910 una contrata con don Manuel R. Trigueros en que éste se comprometía a introducir el agua de El Molino lo cual efectuó por las mismas tuberías de Chinameca. Esta agua del Molino ya en una época anterior, marzo de 1878, se había tratado de traer por los señores Elías Cienfuegos y Andrés Van Severen, quienes habiendo fracasado, proyectaron traer la de Apancín, fuente hoy día desaparecida y tampoco pudieron. La fuente del Molino en aquellos tiempos se llamaba “La Lagunita” era muy pintoresca y formaba un remanso que tenía como 80 varas de largo por unas 40 de ancho de muy escasa profundidad, tal es que los toneleros del volcán Ilamatepec se metían montados en sus carretas que cubría el agua hasta sus ejes y así llegaban a llenar sus toneles a 108 nacimientos que brotaban donde hoy precisamente están los edificios que cubren las bombas y donde en un entonces estuvieron los lavaderos públicos a la par de el Gran Beneficio El Molino de la Familia Alvarez Lalinde.”

Desde la extracción de sus aguas para servirlas a la ciudad como agua potable, este río ha ido disminuyendo su cauce, durante muchos años del siglo pasado fue famosos por los lavaderos que ahí existían. Un personaje famosos de la zona “La Pedrina” que coordinaba toda la logística del lugar.
Muchas personas mayores de 30 años aun tienen en sus recuerdos estas historias e imágenes, que hace muchos años desaparecieron, zona en la cual construyeron una residencial privada, la cual ilegalmente se desarrollo privatizando esa zona del río para subir la plusvalía de la venta de las casas.
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Pero hoy es esta residencial la que sufre las peores consecuencias, desde hace tres años se lucha para que esta realidad cambie porque son muchas familias afectadas, además de toda la flora y fauna.
El año pasado se realizaron denuncias a los juzgados ambientales, en las cuales descubrieron un colector de aguas negras de ANDA, que descarga la acumulación de aguas negras y grises de muchas colonias y residenciales en este río directamente sin ningún tipo de tratamiento.

Además la acumulación de desechos sólidos de la carretera “Bypass”, calle antigua a San Salvador y carretera a Tacachico, son arrastradas por la lluvia hacia este río en época de invierno.
Se han realizado denuncias también a una Universidad en el sector que en ocasiones descarga sus aguas negras directamente al cuerpo de agua, y en todo su recorrido se contabilizan más de 10 botaderos a cielo abierto en sus orillas.
Autoridades nunca han realizado algo en favor de rescatar este tipo de bien natural común, que debería ser una columna vertebral de la ciudad, pero es valorizado más como un desagüe o inodoro de la ciudad.

Se han contabilizado alrededor de 15 nacimientos de agua que lo alimentan, pero se contaminan al entrar en contacto con el río, lastimosamente el problema cada año empeora y aunque ha sido denunciado a la Alcaldía de Santa Ana, MARN, Protección Civil, ANDA y otras instituciones, no se han visto acciones concretas.
Muchos de los afluentes que alimentaban a este río ya se secaron, lastimosamente no se les dio la importancia merecida, ni se ha buscado la garantía de su limpieza y el rescate de los ecosistemas que se desarrollan en todo su recorrido.

La organización Un Pulmón Más, lleva unos años realizando denuncias y buscando soluciones para este problema, esta organización pertenece a la Red de Rescate del Río Lempa, dentro de la cuenca del río más grande de El Salvador se encuentra la subcuenca Suquiapa a la cual pertenece el Río El Molino.
Se exige que se cumpla con las leyes de tener plantas de tratamiento de aguas negras, que ANDA garantice el rescate de estos cuerpos de agua que también están secándose y están siendo contaminados por ellos mismos.

Se hace un llamado al rescate de este río, si queremos descontaminar y rescatar el río Lempa es fundamental también hacerlo con los ríos que llegan a el, por lo que pedimos un compromiso nacional para realizarlo.
De nada sirve crear un “podcast” cuando no se realizan acciones concretas para recuperar lo que se ha destruido y contaminado. La biodiversidad se pierde a pasos agigantados, el agua cada vez es más escasa, las enfermedades son aun mayores, el hambre también. ¿Que estamos esperando para hacer algo? ¿Será nuestra misma extinción?¿Un cataclismo? Cada día nos queda menos tiempo para poder hacer algo, no perdamos tiempo en discusiones tontas, mejor aprovechemos ese tiempo en acciones correctas.
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